La cuarta entrega de la saga llega a los cines con una historia basada en hechos que conmocionaron a una familia en Estados Unidos
Una de las películas más esperadas del año llega con una historia oscura que mezcla ficción y sucesos reales (Warner Bros).
La saga de El Conjuro es conocida por llevar a la pantalla grande casos que los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren guardaron en sus archivos durante décadas. La nueva entrega, titulada “Últimos ritos”, se estrena el 4 de septiembre en los cines argentinos y vuelve a poner en escena una historia que nació en la vida real. Esta vez, el guion se inspira en el caso Smurl, ocurrido en un pequeño pueblo de Pensilvania entre los años setenta y ochenta. Una familia común denunció sucesos cada vez más violentos en su hogar. Ruidos extraños, olores imposibles de explicar y objetos que se movían solos fueron solo el inicio de una pesadilla que se volvió incontrolable.
Jack y Janet Smurl se habían mudado en 1973 con sus hijas a un dúplex en West Pittston. Los primeros meses transcurrieron en calma, hasta que la rutina fue cambiando. La casa parecía cobrar vida propia. Primero se escuchaban golpes en las paredes, luego las luces se apagaban solas y los muebles se movían de lugar.
Lo que parecía un simple susto terminó escalando. El perro de la familia fue arrojado contra una pared, una de las niñas cayó por las escaleras sin explicación y hasta un ventilador se desplomó desde el techo. Jack relató que incluso fue atacado físicamente y Janet aseguró que llegó a ser levantada del suelo por una fuerza invisible.
El caso real que inspiró la nueva película de terror (Warner Bros).
Con el tiempo, los vecinos también empezaron a notar cosas raras. Ruidos que atravesaban las paredes, gritos en la madrugada y una tensión que no parecía tener salida. En 1986, agotados y sin respuestas, decidieron pedir ayuda. Allí entraron en juego los Warren, conocidos mundialmente por haber trabajado en casos como el de Amityville.
Según Ed, la casa estaba ocupada por cuatro espíritus. Uno de ellos era el de una anciana sin intenciones dañinas, otro el de una joven con un carácter agresivo, un hombre que habría muerto en la vivienda y finalmente un demonio, que usaba a los otros para atormentar a la familia. Durante las investigaciones, los Warren registraron fenómenos que ellos mismos consideraron imposibles de ignorar. Bajadas bruscas de temperatura, espejos que parecían emitir voces y un ambiente cada vez más pesado. La tensión llegó a tal punto que la familia no tuvo otra salida que mudarse.
El caso tuvo tanta repercusión que más tarde fue narrado en el libro “The Haunted”, publicado en los años noventa. Sin embargo, la polémica continuó, ya que la nueva dueña de la casa afirmó que jamás vivió nada parecido en esa propiedad.
En la pantalla, los Smurl estarán interpretados por Rebecca Calder y Elliot Cowan. En tanto, los actores Patrick Wilson y Vera Farmiga vuelven a dar vida a los Warren, un dúo que ya es parte de la identidad de esta franquicia.

La saga de El Conjuro es conocida por llevar a la pantalla grande casos que los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren guardaron en sus archivos durante décadas. La nueva entrega, titulada “Últimos ritos”, se estrena el 4 de septiembre en los cines argentinos y vuelve a poner en escena una historia que nació en la vida real. Esta vez, el guion se inspira en el caso Smurl, ocurrido en un pequeño pueblo de Pensilvania entre los años setenta y ochenta. Una familia común denunció sucesos cada vez más violentos en su hogar. Ruidos extraños, olores imposibles de explicar y objetos que se movían solos fueron solo el inicio de una pesadilla que se volvió incontrolable.
Jack y Janet Smurl se habían mudado en 1973 con sus hijas a un dúplex en West Pittston. Los primeros meses transcurrieron en calma, hasta que la rutina fue cambiando. La casa parecía cobrar vida propia. Primero se escuchaban golpes en las paredes, luego las luces se apagaban solas y los muebles se movían de lugar.
Lo que parecía un simple susto terminó escalando. El perro de la familia fue arrojado contra una pared, una de las niñas cayó por las escaleras sin explicación y hasta un ventilador se desplomó desde el techo. Jack relató que incluso fue atacado físicamente y Janet aseguró que llegó a ser levantada del suelo por una fuerza invisible.

Con el tiempo, los vecinos también empezaron a notar cosas raras. Ruidos que atravesaban las paredes, gritos en la madrugada y una tensión que no parecía tener salida. En 1986, agotados y sin respuestas, decidieron pedir ayuda. Allí entraron en juego los Warren, conocidos mundialmente por haber trabajado en casos como el de Amityville.
Según Ed, la casa estaba ocupada por cuatro espíritus. Uno de ellos era el de una anciana sin intenciones dañinas, otro el de una joven con un carácter agresivo, un hombre que habría muerto en la vivienda y finalmente un demonio, que usaba a los otros para atormentar a la familia. Durante las investigaciones, los Warren registraron fenómenos que ellos mismos consideraron imposibles de ignorar. Bajadas bruscas de temperatura, espejos que parecían emitir voces y un ambiente cada vez más pesado. La tensión llegó a tal punto que la familia no tuvo otra salida que mudarse.
El caso tuvo tanta repercusión que más tarde fue narrado en el libro “The Haunted”, publicado en los años noventa. Sin embargo, la polémica continuó, ya que la nueva dueña de la casa afirmó que jamás vivió nada parecido en esa propiedad.
En la pantalla, los Smurl estarán interpretados por Rebecca Calder y Elliot Cowan. En tanto, los actores Patrick Wilson y Vera Farmiga vuelven a dar vida a los Warren, un dúo que ya es parte de la identidad de esta franquicia.